Hace años, los médicos prohibían el huevo a pacientes con el
colesterol alto, debido a la creencia de que al ser un alimento rico en éste,
el comerlo haría que aumentase nuestro propio colesterol.
Pero con el paso de los años, tras muchos estudios e investigaciones,
se ha descubierto que esto no es más que un mito, por lo que podrás disfrutar
de este maravilloso alimento sin ningún remordimiento.
Su valor nutricional aparece en la siguiente tabla:
Cantidad por 100 gramos
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Calorías 155
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Grasas totales 11 g
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Ácidos grasos saturados 3,3 g
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Ácidos grasos poliinsaturados 1,4 g
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Ácidos grasos monoinsaturados 4,1 g
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Colesterol 373 mg
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Sodio 124 mg
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Potasio 126 mg
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Hidratos de carbono 1,1 g
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Fibra alimentaria 0 g
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Azúcares 1,1 g
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Proteínas 13 g
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Vitamina A
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520 IU
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Vitamina C
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0 mg
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Calcio
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50 mg
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Hierro
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1,2 mg
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Vitamina D
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87 IU
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Vitamina B6
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0,1 mg
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Vitamina B12
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1,1 µg
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Magnesio
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10 mg
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Se puede apreciar que es un
alimento muy bajo en hidratos de carbono, alto en proteínas de alto valor
biológico y de grasas, en su mayoría monoinsaturadas, las más deseables y
saludables y las que deberíamos comer en mayor cantidad. Además, es una fuente
muy completa de vitaminas (A, C, D, B6 y B12) y de minerales (Magnesio, Calcio,
Hierro).
Hay muchos estudios acerca del huevo, y los más recientes
afirman lo siguiente:
1.
No existe relación entre el consumo de huevos y
niveles de colesterol elevados o riesgos de enfermedad coronaria.
2.
El consumo de 7 o más huevos a la semana no tuvo
repercusión en el riesgo de ataque al corazón o enfermedades coronarias.
3.
Un huevo al día no tiene impacto en el riesgo de
padecer enfermedades cardiovasculares en sujetos sanos.
4.
Consumir huevos ayuda a elevar el colesterol HDL
(colesterol bueno).
5.
No hay asociación entre el consumo de huevos y
una mayor resistencia a la insulina, perfil lipídico o adiposidad.
6.
El consumo de 2 huevos al día mejoran los
perfiles lipídicos y glucémicos, además de reducir la presión sanguínea, en una
dieta alta en proteína.
FORMAS DE
COCINARLO:
Para que siga siendo saludable, podemos cocinar el huevo a la
plancha en una sartén antiadherente, cocerlo, tomarlo en tortilla o como huevos
revueltos.
También como versión dulce en tortitas, crèpes, bizcochos,
gofres (fitness, claro)... Espero que os haya servido de ayuda!
Referencias
García, C., & Albala, C.
(1998). Composición lipídica de huevos de gallinas alimentadas con productos
grasos y proteicos marinos. Arch. latinoam. nutr, 48(1),
71-6.
Tudela, V. (2012). El
colesterol: lo bueno y lo malo. Fondo de Cultura Económica.
Reyes, M. S., Flores, I.,
Riveros, C., Castillo, O., Arteaga Ll, A., Acosta, A. M., & Rozowski, J.
(2003). Genotipo E3/3 De Apo EY Su Relación Con la respuesta de los lipidos
séricos al colesterol dietario. Revista chilena de nutrición, 30(3),
255-262.
Albala Brevis, C., García,
C., Yáñez, G., & Jury, J. (1996). Influencia del consumo de huevos sobre el
perfil lipído en hombres adultos sanos. Rev. chil. nutr, 24(2),
103-13.
Elswyk, M. V. (2006). El
mito del consumo del huevo y la relación con el colesterol y el consumo de
huevo como parte de una dieta sana. Instituto del Huevo.